Mucho se habla de la necesidad de generar participación de todos los sectores en las relaciones con el sector público, el Terremoto que afectó a casi el 80% de la población de Chile hace poco mas de un mes ha generado no solo campañas nacionales e internacionales para ayudar a los afectados, sino que ha sido perfecto catalizador para el surgimiento de iniciativas que, desde la ciudadanía -y con el aporte experto- plantean desafíos importantes para la reconstrucción de Chile.

En los últimos veinte años, Chile ha llegado a ser un país líder en la incorporación de tecnologías de la información. Aunque hay mucho que hacer en el tema, lo instalado es un capital significativo. El actual momento de reconstrucción nacional, es el mejor momento para rentabilizar esta inversión.

Con ese espíritu, un grupo de destacados profesionales chilenos (ligados a las tecnologías digitales en educación) han enviado al Ministro de Educación -Joaquín Lavín- una propuesta que pone a disposición del país, una escuela virtual, cuya tarea sería acoger en línea, a un número significativo de estudiantes que no pueden asistir regularmente a clases y que no contarán, durante un tiempo importante, con bibliotecas ni centros de recursos para el aprendizaje.

Según comentan los autores de esta propuesta: “No proponemos reemplazar las escuelas físicas, que son necesarias e insustituibles, sino que ofrecer una alternativa moderna, viable y complementaria ante la situación actual. Estamos a la espera de su respuesta”.

¿Qué tenemos en Chile para implementar rápidamente esta escuela virtual?

  1. Una cultura informática en docentes y alumnos, además de la existencia de una interesante dotación de hardware y conectividad, recursos y contenidos educativos acumulados en el portal educativo educarchile.
  2. Una red de datos inalámbrica que permite acceder a Internet en la mayor parte de los centros urbanos del país, con la sola limitación de contar con alimentación eléctrica (la cual ha logrado restablecerse en gran parte de las zonas afectadas por el sismo).
  3. El liderazgo del Ministerio de Educación en esta área, que asociado al sentido y contexto de urgencia permite implementar medidas en corto plazo, con alto apoyo y adhesión.
  4. Con toda seguridad, una red solidaria de voluntarios, fundaciones educacionales, universidades y empresas, disponibles para apoyar esta iniciativa y a los estudiantes que se beneficiarán.

¿Que nos falta?

Pueden leer una síntesis de su propuesta (100% recomendada) y ojalá, participar del debate, es lo que se necesita para reconstruir un Chile mejor.

Mis sinceras felicitaciones a Hugo Martínez, Pedro Hepp y Ernesto Laval, impulsores de la iniciativa.